Y es que el tiempo no conoce piedad cobrándose actos no admite sobornos hace que el pasado quede intacto. Ir con él fue entablar un pacto con demonios perderlo todo como árboles su follaje en otoño. Él no tiene dueña controlarlo fue más que difícil. Sin él, ella creyó no ser útil y busco la huida fácil. Aquella noche en aquel puente, su frágil mente decidió un paso afrente dio diciendo así a sus problemas adiós.