miércoles, 22 de septiembre de 2010


¿Qué debo hacer para no quedarme molesta? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que culminan

-¡Vive como las flores!- me advierto uno.

-¿Cómo es vivir como las flores?

-Pon atención a esas flores- continuo, señalando unos lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien.